Domingo, 16 de Diciembre del 2007

Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Romanos 8:28

Llamados según el propósito de Dios(Leer Romanos 8:28-30)

¿Las cosas eternas son reales para nosotros? ¿Nos damos cuenta de que en la eternidad pasada Dios ya tenía el propósito de llamarnos? Todavía no existíamos, pero Dios pensaba en nosotros. Con toda anticipación Él tenía un destino grandioso para los que íbamos a creer: quería hacernos semejantes a la imagen de su Hijo. Dios lo pensó cuando aún no había sido creado nada, cuando todavía no existía ningún ser humano y el pecado no había entrado en el mundo. Lo que Dios proyecta y dice, también lo cumple. Él puede lograr que unas criaturas pobres, insignificantes, rebeldes y perdidas se parezcan a su Hijo; pero para eso es necesario un cambio completo en la situación de esas criaturas. Esto es posible gracias a la obra del Señor Jesús. Por ello el Señor ocupará el lugar más importante, el lugar de honra entre todos aquellos seres humanos que se le parecen. Dios desea que su Hijo sea el centro radiante de todos los redimidos, de los que hemos creído.Se ve muy claro en estos versículos 28 a 30 que Dios actúa según su propio propósito. No se habla de lo que nosotros hemos hecho como pecadores. Se puede ver que nada se escapa de las manos de Dios, aunque a nuestro alrededor todo parezca decir lo contrario. Él tiene un propósito para nuestra vida y lo cumplirá. Lo que Dios se propone se cumple. Si Él es el fiador que da la garantía, ¿podríamos dudar aún del resultado?

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

La Biblia en un Año: Hagga1 1:1-2:23,Zacarías 1:1-2:13 - Apocalipsis 8:1-13

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