Martes, 22 de Enero del 2008

Hazme entender el camino de tus mandamientos, para que medite en tus maravillas.
Salmo 119:27

Definición de términos bíblicos (2)

Justificar: Declarar justo, absolver a una persona, liberarla de sus faltas. Jesucristo soportó el castigo que merecían nuestros pecados para que nosotros fuéramos justificados ante Dios (Romanos 3:24; 4:24-25; 8:33).Propiciación (o expiación): Para los griegos, hacer propiciación significaba que los dioses se volviesen favorables. En la Biblia, Dios es hecho propicio, no por lo que el hombre puede traerle por sí mismo, sino por el sacrificio expiatorio de Cristo (1 Juan 2:2; 4:10; Hebreos 2:17; Levítico 6:30 ).Reconciliación: Restablecimiento de la relación entre dos personas que estaban enemistadas. Dios hizo lo necesario para reconciliar al mundo consigo mismo mediante la muerte de su Hijo. Ahora los creyentes, reconciliados con Dios, deben invitar a la reconciliación a los hombres que permanecen enemigos de Dios (Romanos 5:10-11; 2 Corintios 5:17-20).8>Redención<$>: Acción de redimir a alguien pagando para obtener su liberación. La redención del creyente, anteriormente esclavo del pecado, es eterna y fue conseguida por la sangre de Cristo (Romanos 3:24; Efesios 1:7; Colosenses 1:14; 1 Pedro 1:18-19).Arrepentimiento: Cambio en el corazón y el espíritu de los que, esclarecidos por la Palabra de Dios, reconocen su pasado pecaminoso. El arrepentimiento conduce al pecador a estar de acuerdo con Dios sobre el juicio de su estado pecaminoso y las faltas cometidas (véase Hechos 20:21; Romanos 2:4; 2 Pedro 3:9).
© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

Martes, 22 de Enero del 2008

Hazme entender el camino de tus mandamientos, para que medite en tus maravillas.
Salmo 119:27

Definición de términos bíblicos (2)

Justificar: Declarar justo, absolver a una persona, liberarla de sus faltas. Jesucristo soportó el castigo que merecían nuestros pecados para que nosotros fuéramos justificados ante Dios (Romanos 3:24; 4:24-25; 8:33).Propiciación (o expiación): Para los griegos, hacer propiciación significaba que los dioses se volviesen favorables. En la Biblia, Dios es hecho propicio, no por lo que el hombre puede traerle por sí mismo, sino por el sacrificio expiatorio de Cristo (1 Juan 2:2; 4:10; Hebreos 2:17; Levítico 6:30 ).Reconciliación: Restablecimiento de la relación entre dos personas que estaban enemistadas. Dios hizo lo necesario para reconciliar al mundo consigo mismo mediante la muerte de su Hijo. Ahora los creyentes, reconciliados con Dios, deben invitar a la reconciliación a los hombres que permanecen enemigos de Dios (Romanos 5:10-11; 2 Corintios 5:17-20).8>Redención<$>: Acción de redimir a alguien pagando para obtener su liberación. La redención del creyente, anteriormente esclavo del pecado, es eterna y fue conseguida por la sangre de Cristo (Romanos 3:24; Efesios 1:7; Colosenses 1:14; 1 Pedro 1:18-19).Arrepentimiento: Cambio en el corazón y el espíritu de los que, esclarecidos por la Palabra de Dios, reconocen su pasado pecaminoso. El arrepentimiento conduce al pecador a estar de acuerdo con Dios sobre el juicio de su estado pecaminoso y las faltas cometidas (véase Hechos 20:21; Romanos 2:4; 2 Pedro 3:9).
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Domingo, 20 de enero del 2008

Si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
Santiago 1:23-24

¡Espejo, dime!…

En la mañana, al levantarme, el espejo es uno de los primeros objetos a los que me acerco. Mientras me peino, y antes de tener contacto con quienquiera que sea, él me devuelve mi propia imagen. Me dirá si mi cuello está bien puesto o si mi cabello está correctamente peinado.La Biblia, que es la Palabra de Dios, puede compararse con un espejo. Es esencial mirarse en ella. Me informa poco acerca de mi aspecto exterior, pero mucho acerca del interior. Asimismo, como el espejo me dice la verdad y no perdona el mínimo defecto de mi cara, la Palabra de Dios me dirá lo que soy, sin halagarme. Me desalentaría si ella me presentara sólo esto. Pero junto con la triste imagen de mi estado interior de criatura culpable, alejada de Dios, también me da otra visión: me hace descubrir la perfecta imagen de Jesucristo, quien respondió judicialmente a toda mi miseria interior al morir en la cruz. Esta obra no es un maquillaje de base profesionalmente aplicado que disimularía una triste realidad. Al contrario, es un cambio radical que me libera de toda condenación y que hace que Dios me vea perfecto en Cristo, al vestirme con su justicia. En un mundo en el que es tan importante ocuparse de la apariencia exterior, ocupémonos de la realidad interior, que es la que cuenta para Dios. El espejo de la Palabra de Dios le ayudará a hacerlo.

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Viernes, 18 de Enero del 2008

Todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero el Señor hizo los cielos.
Salmo 96:5
Sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él.
1 Corintios 8:6

¿Por qué tantas religiones? (1)

En realidad las religiones no son tan numerosas como se cree. Si las despojamos de sus ornamentos culturales muy variados (y a veces suntuosos), aparecen tres grandes clases: el politeísmo, el panteísmo y el monoteísmo.Los seguidores del politeísmo adoran a muchos dioses.El panteísmo es una filosofía según la cual todo lo que existe se identifica con Dios. Sus seguidores divinizan la naturaleza y reemplazan al Creador por lo que él creó. Ejemplo: el sol era el dios Ra para los antiguos egipcios. Y hoy día, el que sólo cree en la Ciencia, en realidad atribuye el lugar de Dios a la materia y a las leyes científicas. De hecho, es negar el testimonio que la creación da del Dios único: “las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas” (Romanos 1:20).El monoteísmo reconoce la existencia de un único Dios, quien es una persona y no una influencia ni una simple potencia. En la antigüedad, el monoteísmo sólo fue atestiguado por los hebreos. La Biblia revela al Dios que creó todo y ante quien los hombres son responsables.Volvamos, pues, a ella, la única revelación que el Dios único ha dado de sí mismo, primero por medio de los profetas y luego por Jesucristo, su Hijo unigénito. Confiemos en el único Dios que ella revela.
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Jueves, 17 de Enero del 2008

De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16
Él(Jesús) puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
1 Juan 3:16

Un error dirigido por Dios

Corría el año 1979. Viktor Kilmenko, cantante finlandés de origen ruso, acababa de convertirse a la fe cristiana. Como ya no quería interpretar sus canciones livianas, renunció a todos sus contratos con la televisión y con los cabarets. ¿Pero qué hacer para ganar su propio sustento y el de los suyos? Suplicó al Señor que se lo mostrara.Una noche Viktor descubrió en la primera página de un pequeño libro que la referencia de un versículo. Lo buscó en su Biblia y leyó: “Debemos poner nuestras vidas por los hermanos”. Entonces comprendió cuál era el llamado de Dios: debía consagrar su vida a sus compatriotas en la antigua Unión Soviética.Cuando se despertó la mañana siguiente, quiso volver a leer el versículo que lo había interpelado. Lo buscó en la Biblia, pero no era más el mismo texto: ayer se trataba de dar su vida por sus hermanos, y ahora el texto hablaba del amor de Dios, quien dio a su Hijo por el mundo. Después de varias comprobaciones, Viktor comprendió su error: ¡confundió el evangelio de Juan con la primera epístola del mismo apóstol! Pero a través de ese error se dio cuenta de que Dios le hablaba. Así, respondiendo al llamado del Señor, Viktor pudo anunciar el Evangelio por la radio a favor de aquellos que entonces no tenían la libertad religiosa.
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Miercoles, 16 de Enero del 2008

Las cosas invisibles de él (Dios), su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas.

Romanos 1:20

El dios Azar
Se dice que «el azar hace bien las cosas». Juzgue usted lo que algunos dicen neciamente:A partir de la nada más absoluta, el azar hizo nacer toda la materia y la luz mediante una gigantesca explosión. Dejó pasearse algunos átomos en el universo y luego hizo surgir la vida en ellos. Proveyó todo para que esta vida fuera mantenida. Por ejemplo mezcló en proporciones convenientes los dos gases que componen la atmósfera de la tierra, para permitir la respiración de los seres que iban a surgir.Luego el azar permitió que algunas células, embriones de vida, evolucionaran de etapa en etapa como pez, luego como mono, y finalmente como hombre.Consiguió hacer que seres incompletos fuesen dotados de ojos, los cuales son la más sofisticada cámara de televisión que existe. También hizo que los mecanismos de la respiración, de la circulación sanguínea y miles de otras maravillas que el cerebro cumple se organizaran por sí mismas; capacidades que ninguna computadora (ordenador) iguala.Finalmente, la casualidad habría permitido que un cúmulo de moléculas produjera el pensamiento y que un conglomerado de elementos químicos, una fortuita asociación de átomos se transformara en sentimientos, en amor…Se entiende que la Biblia califique de “insensato” a aquel que cree en el azar antes que en el gran Dios Creador.
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Martes, 15 de Enero del 2008

Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Juan 17:17
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
Juan 17:14-15

La almeja
La almeja es un marisco bivalvo, comestible, que vive en los litorales. Pueden recolectarse cuando baja la marea. A pesar de su entorno constituido por arena o lodo, el interior de ese molusco nunca contiene impurezas; es sorprendentemente limpio.Cristianos, ¡este animal nos da una enseñanza! Si nuestro entorno moral está contaminado de muchas maneras, no nos dejemos mancillar por las impurezas del mundo. Para esto son indispensables la vigilancia y la determinación. Es cierto que no podemos evitar todo contacto con el mal. Nuestro Señor no pidió a su Padre que fuésemos quitados del mundo, sino que fuésemos guardados del mal.Nos dio el medio para ello: la Palabra de Dios, cuya lectura tiene una acción santificante, nos «limpia» de las manchas morales causadas por lo que vemos, oímos y aun pensamos. También envió al Espíritu Santo, que nos ayuda a comprender las Escrituras y nos hace conscientes de lo que en nuestra vida debe ser confesado al Señor, y abandonado.A semejanza de la almeja, procuremos ser herméticos a todo pecado, pero abramos completamente nuestro corazón para dejar penetrar en nosotros el agua purificadora de la Palabra de Dios, de tal manera que la comunión con nuestro Señor nunca se interrumpa. “Nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo” (1 Juan 1:3; véase también Juan 13:3-10).
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Sábado, 12 de enero del 2008

En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Génesis 1:1
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Juan 1:1

En el principio

En el principio creó Dios…Con estas majestuosas palabras empieza el libro de la revelación divina, la Biblia, la Palabra de Dios.Dios está en el comienzo de todo. Empieza la creación como una clara demostración de su gloria y de su poder soberano. Empieza la historia del hombre mediante la creación. A pesar de lo que algunos dicen, el hombre no es el producto de una lenta evolución. Es una criatura especial. Dios marcó a esta criatura con su sello, dotándola de un espíritu que tiene la capacidad de ponerse en contacto con él.Aún hoy él quiere iniciar una relación con usted… Desea comenzar una nueva vida en usted, para conducirle por un nuevo camino hacia una nueva meta.En el principio Dios… Esto también debería escribirse con letras mayúsculas en mi vida y en la suya. ¿Está el Señor en el principio de mis reflexiones, de mis decisiones, en el principio de mis hechos y en el principio de cada una de mis jornadas? Antes de cualquier actividad, dirigirme a él en oración y escuchar su Palabra es considerarle como aquel a quien pertenecen mi tiempo y mi vida, y a quien alguna vez tendré que rendir cuenta. Para vivir así se necesita “la sabiduría que es de lo alto” (Santiago 3:17). La Escritura nos dice varias veces: “El principio de la sabiduría es el temor del Señor” (Salmo 111:10; Proverbios 1:7; 9:10).
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Miercoles, 09 de Enero del 2008

Respondió Jesús:… De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte.
Juan 8:49 y 51
El que me ama, mi palabra guardará… El que no me ama, no guarda mis palabras.
Juan 14:23-24

¿Qué actitud adopta frente a la Biblia?

En 2 Crónicas 34 leemos cómo durante los trabajos de restauración del templo de Jerusalén, más de 600 años antes de Jesucristo, un sacerdote volvió a encontrar el libro de la ley dada por medio de Moisés y lo hizo llevar al rey. Éste quedó estupefacto al enterarse de los juicios que iban a caer sobre la nación infiel a su Dios. La situación era crítica. El rey reunió al pueblo, desde el más grande hasta el más chico, para que se les leyeran en voz alta todas las palabras del libro. Se humillaron por su pecado y pidieron la protección divina. Dios suspendió el juicio por un tiempo.Algunos años más tarde (Jeremías 36), otro rey rasgó con un cortaplumas el libro que el profeta le había hecho entregar y lo echó en el fuego del brasero que se hallaba en la habitación. Con este gesto irreflexivo y provocador el rey pensaba escapar de los juicios anunciados, que empezaron a ser ejecutados en su tiempo por el rey de Babilonia (2 Reyes 24 y 25).Existen dos actitudes posibles frente a la Biblia. La primera es la fe: se cree que es verdaderamente la Palabra de Dios. Entonces uno se arrepiente y se coloca bajo la autoridad del Señor y de sus palabras. La segunda es el rechazo o la indiferencia. Rechazar el libro de Dios es despreciar a Dios mismo. La actitud de una persona frente a la Escritura condicionará su vida entera… y decidirá dónde pasará la eternidad.

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La Biblia en un Año: Job 15:1-17:16 - Mateo 7:1-23

Martes, 08 de Enero del 2008

Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios.
1 Tesalonicenses 5:18
Dar gracias a Dios
Muchos creyentes tienen la costumbre de dar gracias antes de cada comida. Al hacerlo, agradecen a Dios por todo lo que les da. Además esta oración manifiesta una actitud de humildad, porque por naturaleza tenemos la tendencia a considerar que todo lo que compramos es nuestro y que no tenemos que agradecer por ello a nadie. Jesús nos dio su ejemplo. Para alimentar a una muchedumbre de más de cinco mil personas la primera vez y cuatro mil la segunda, le trajeron algunos panes y peces. Era poco, pero un milagro los multiplicó. Antes de repartir esa comida, en los dos relatos leemos que el Señor levantó los ojos al cielo y bendijo (Mateo 14:17-21 y 15:36). Bendecir o dar gracias antes de comer debería impedir que luego nos quejemos por la comida que se nos sirve.Debemos agradecer a Dios no sólo por nuestros alimentos, sino también por todos los bienes que tenemos, por los felices momentos que pasamos en familia o reunidos ante Dios, y por la paz que reina en nuestro país, si por la gracia de Dios ese es nuestro caso. Con esta enumeración no se acaba la lista de todas las bendiciones divinas que deben suscitar el agradecimiento de nuestros corazones.El apóstol Pablo aun podía invitar a los tesalonicenses, perseguidos a causa de su fe, a dar gracias “en todo” (5:18). Porque todo lo que nos ocurre es permitido por Dios. Y aunque ahora no entendamos el motivo de tales pruebas, un día lo sabremos, cuando el Señor Jesús nos revele todo lo que hizo por nosotros en el curso de nuestra vida en esta tierra.
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La Biblia en un Año: Job 11:1-14:22 - Mateo 6:19-34

Lunes, 07 de Enero del 2008

La fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios.
Romanos 10:17
Todo aquel que en él (Jesús) creyere, no será avergonzado.
Romanos 10:11
Creencia o fe

Para ilustrar su definición de la creencia, un profesor de filosofía decía a sus estudiantes que pensasen en la salida de un oficio religioso, y agregaba: –Toda esa gente, a fuerza de decir que sería tan bueno que hubiera un porvenir después de la muerte, termina por persuadirse de ello.Sin embargo, es importante distinguir entre creencia y fe. Tomemos un ejemplo:Imagínese que dos personas se dirigen hacia la estación de tren:La primera espera encontrar un tren para el destino que le interesa. Lo desea profundamente y se convence de que lo hay. Es una autopersuasión que pertenece al ámbito de la creencia.La otra se dirige igualmente a la estación, pero tiene en el bolsillo un papel con el horario. Esta persona no necesita persuadirse de que habrá un tren, pues lo sabe. Su horario se lo indica claramente.¡Esta es la diferencia! Una creencia se basa en una persuasión un poco mística, mientras que la fe es la confianza en las declaraciones de la Biblia, que es la Palabra de Dios.Quizá alguien objete que la creencia está en el hecho de creer que la Escritura es la Palabra de Dios. A tales objeciones sólo se puede responder: Lea la Biblia honestamente. Como convenció a muchos otros, ella también le convencerá a usted de Su poder y origen divino.
© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
La Biblia en un Año: Job 8:1-10:22 - Mateo 5:38-6:18

Domingo, 06 de enero del 2008

(María) dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Mateo 1:21En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Hechos 4:12

El nombre que salva y congrega
Un nombre que salva.A menudo se oye decir que todas las religiones son buenas y que los que las practican sinceramente serán salvos. La Biblia afirma lo contrario: “En ningún otro hay salvación”, sino en Jesús (Hechos 4:12). El Señor mismo declaró: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Él no es, pues, un camino entre otros, sino el único camino para ir al Padre. Quien se reconoce un pecador perdido y cree en Él, será salvo. No existe otro medio de salvación.Un nombre que congrega.El Señor Jesús también se presenta como centro de reunión para quienes ha salvado. Él mismo declaró: “Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:20). El día de la resurrección, en la noche, Jesús vino a sus discípulos, y les dijo: “Paz a vosotros”. Luego les mostró sus manos y su costado traspasados en la cruz, manifestación de Su amor por ellos. ¡Qué gozo para ellos ver al Señor! (Juan 20:19-20).Hoy en día, dos mil años después, los creyentes reunidos alrededor de él experimentan el mismo gozo, aun cuando a veces sólo dos o tres se hallen congregados en un mismo lugar. Juntos comprenden que la presencia del Señor es la razón de ser de la reunión y es la que le da todo su valor.

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La Biblia en un Año: Job 4:1-7:21 - Mateo 5:17-37

Sábado, 05 de enero del 2008

Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.
1 Pedro 3:18

Pensamientos de Einstein

Durante muchos meses la revista «Time» procuró determinar a quién elegiría como «la personalidad del siglo XX». Después de muchas y variadas propuestas, Einstein (1879-1955) quedó como el ilustre vencedor. Fue un investigador, recibió el premio Nobel de Física, fue un convicto sionista y un filósofo.Una eminente personalidad dijo de Einstein: «Él amplió la investigación de la humanidad acerca de un universo infinito, pero al mismo tiempo demostró que el ser humano es un ser finito». Einstein se colocaba él mismo en esta posición y hablaba de Dios con cierta humildad y temor. «Dios no juega a los dados con el universo que creó». Con estas palabras el físico se colocaba en una posición contraria a la de algunos científicos que piensan que el universo se originó casualmente del caos mediante un estallido inicial.Ese genio de las Ciencias incluso dijo: «Por medio de las matemáticas sé que existe un Dios, pero con las matemáticas no puedo encontrar a Dios».No sabemos si este hombre halló la paz con Dios, pero una cosa sabemos: el gran Dios todopoderoso se acerca a aquel que se inclina humildemente ante él y cree en su Hijo Jesucristo, quien fue hecho hombre y vivió en esta tierra. Al morir en la cruz por los pecados de cada persona, el Salvador nos abrió el camino hacia Dios. La fe en Jesucristo es el único medio para acercarnos a Dios y obtener la salvación y la vida eterna.
© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
La Biblia en un Año: Job 1:1-3:26 - Mateo 4:28-5:16

Viernes, 04 de Enero del 2008

Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó.
Hechos 17:30-31

Un mandamiento de Dios

Quizá existan leyes humanas de las que el hombre consigue huir sin que sufra las consecuencias… Pero, he aquí un mandamiento que no se debe ignorar, ya que viene de Dios.“Dios… manda”. No es un consejo ni una recomendación, es una orden. Si usted le desobedece, tendrá que sufrir las consecuencias. La orden es actual: Dios “ahora manda”. Hoy es el tiempo de la gracia, el día de la salvación. ¿A quién se dirige este mandamiento? “A todos los hombres”. No hay ninguna excepción, ni de raza ni de lugar: “en todo lugar”. Quienquiera que usted sea, esa divina orden, urgente y universal, le concierne.¿Qué es lo que Dios manda? Que todos los hombres se arrepientan. Arrepentirse es reconocerse pecador perdido, culpable ante Dios y merecedor de su justo juicio. A quien se reconoce como tal, Dios le ofrece su perdón; esa es la única condición: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36).La orden que Dios da no puede dejar a nadie indiferente, “por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia” (Hechos 17:31). El juez ya ha sido designado: es Jesús. O usted le acepta hoy como su Salvador, o él será su juez mañana. Dele su respuesta ahora mismo.
© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
La Biblia en un Año: Génesis 9:1-11:26 - Mateo 4:1-17

Jueves, 03 de Enero del 2008

A vosotros (los judíos) a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles (naciones).
Hechos 13:46

La salvación ofrecida a todos

En la sinagoga de Nazaret Jesús se levantó para leer en el rollo del profeta Isaías un texto que se refería a él: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas… Hoy se ha cumplido esta Escritura” (Léase Lucas 4:16-30). ¡Qué sorprendente discurso, tanto más admirable por ser el del hijo del un carpintero! Los oyentes estaban de acuerdo en escuchar palabras que agradaban al corazón, pero no las exhortaciones que removían la conciencia. La emoción pasajera no es prueba de fe. Jesús, quien se percató de la incredulidad de sus conciudadanos, les habló luego de dos personas «no judías» que habían sido privilegiadas. Este pensamiento los enojó y los incitó a echarle brutalmente de la ciudad. Pensaban ser los únicos de quienes Dios se ocupaba.Es un relato que nos hace pensar en la semilla de la parábola del sembrador, la que cayó en pedregales (Mateo 13:5-6, 20-21). Germinó y se secó pronto bajo el sol ardiente, pues no tenía raíces. Esta semilla representa una emoción pasajera, sin porvenir.Para que la Palabra brote y lleve fruto, la semilla tiene que caer en un corazón bien arado, que se reconoce pecador. La salvación es para todo aquel que escucha; sin distinción de raza, nacionalidad… “El que tiene oídos para oír, oiga”, concluyó el Señor Jesús.
© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

La Biblia en un Año: Génesis 6:9-8:22 - Mateo 3:1-17

Miercoles, 02 de Enero del 2008

Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29:11

¿Tiene sentido su vida?

¿Por qué nací? Yo no pedí venir al mundo. ¿Cuál es el sentido de mi vida? Todos nos hemos formulado alguna vez estas preguntas. Reflexionando al respecto,– hay quienes reconocen que la vida es corta y procuran disfrutarla al máximo; pero en la tierra todo llega a su fin… ¿y después qué?–Hay quienes viven sólo para amontonar dinero; pero después de ellos, ¿a dónde irá a parar su fortuna?–Hay gente desesperada cuya vida va de decepción en decepción, y entonces terminan suicidándose porque no encuentran una razón de vivir:–También están aquellos cuya loable meta es servir a su prójimo, ser buenos ciudadanos y criar bien a sus hijos. Pero, esta buena conducta sólo adquiere su verdadero sentido si se actúa con Dios y para Dios.¿De dónde venimos y adónde vamos? Estas son las preguntas que cada uno debería formularse y ante las cuales la sabiduría humana queda sin respuesta. Pero, ¡qué felicidad! Dios nos responde. La Biblia nos explica por qué hemos sido creados, por qué estamos en la tierra, por qué hay que morir, etc. Apropiarse de las respuestas que ofrece la Biblia a estas preguntas hasta aceptarlas por la fe da un sentido a nuestra vida. “Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (Eclesiastés 12:13-14).

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

La Biblia en un Año: Génesis 1:1-3:24 - Mateo 1:1-25