Viernes, 16 de Noviembre del 2007

¿Con qué me presentaré al SEÑOR Y me postraré ante el Dios de lo alto? ¿Me presentaré delante de El con holocaustos, Con becerros de un año? ¿Se agrada el SEÑOR de millares de carneros, De miríadas de ríos de
aceite? ¿Ofreceré mi primogénito por mi rebeldía, El fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? El te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el SEÑOR de ti, Sino sólo practicar la
justicia (el derecho), amar la misericordia (lealtad), Y andar humildemente con tu Dios?

Miqueas 6: 6–8

Estos versículos son la respuesta de Israel a los cargos que le imputa Jehová; en ellos se arguye ignorancia y se le pregunta a Jehová sobre lo que considera aceptable. La respuesta explícita es que nada se considera aceptable si no se hace justicia, se ama la misericordia y se acepta la voluntad de Dios; o sea, si no se mantiene una correcta relación con Dios y con el prójimo (v. 8)
Israel respondió a la petición de Dios tratando de apaciguarlo con sacrificios, esperando que los dejara en paz. Pero los sacrificios y otros rituales no bastan, Dios quiere cambiar nuestras vidas. Quiere que su pueblo sea justo, recto, misericordioso y humilde. Dios quiere que seamos sacrificios vivos (Romanos 12.1, 2).
No solo que realicemos actos religiosos, sino que vivamos correctamente (Hebreos 9.14). ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Es imposible vivir una vida así de firme sin el amor transformador de Dios en nuestros corazones. Las personas han probado todas las formas posibles de agradar a Dios (6.6, 7), pero Él dejó en claro sus deseos: quiere que su pueblo sea justo y misericordioso y que camine humildemente con Él. En sus esfuerzos para complacer a Dios, examine esas áreas con regularidad. ¿Es usted justo en su trato con la gente? ¿Muestra misericordia con aquellos que le hacen daño? ¿Está usted aprendiendo a ser humilde? Solo los que obedezcan a Dios, porque quieran complacerlo, viven en una relación adecuada con Él.

1. Mantente honesto en todo lo que hagas;
2 Ama la fidelidad con compasión;
3. Comprométete a vivir en sumisión a tu Dios.
4. Se fiel en todo para con Dios.
Adopta las cuatro probadas virtudes de la vida cristiana: justicia, misericordia, humildad y fidelidad.

Ps. Martha Huarsaya
Lima - Perú

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