Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,
Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
Disciplina
Estos lectores enfrentaban tiempos difíciles de persecución, pero ninguno de ellos todavía había muerto por su fe. Como todavía estaban vivos, el escritor les exhorta a continuar su carrera. Así como Cristo no se rindió, tampoco ellos debían rendirse.
¿Quién ama más a sus hijos, el padre que les permite hacer lo que les causa daño o el que los corrige, disciplina y castiga para ayudarles a aprender lo que es correcto? Nunca es agradable ser corregido y disciplinado por Dios, pero su disciplina es un indicio de su amor profundo por nosotros. Cuando Dios le corrige, tómelo como una prueba de su amor y pídale que le muestre lo que está tratando de enseñarle.
Podemos responder a la disciplina de diversas formas:
Ps. Martha Huarsaya
Lima - Perú
La Biblia en un Año: Ezequiel 14:1-16:43 - 1 Juan 2:7-29